Una gran película llena de vida sobre la muerte

“Vortex” (2021) de Gaspar Noé.

Dario Argento, Françoise Lebrun, Alex Lutz.

El prólogo de la película ya dice mucho de qué va el asunto. “Para aquellos cuyo cerebro se pudrirá antes que su corazón” , escribe el director en su dedicatoria. Poco después, aparece en pantalla el videoclip de “Mon amie la rose” , un impresionante primer plano de una jovencísima y bella Françoise Hardy cantando una canción sobre el paso del tiempo, el envejecimiento y la muerte.

Después de esto la pantalla partida y las vidas de dos ancianos, escritores. Ella con Alzheimer avanzado, el con problemas cardíacos y no sólo con dos planos de doble pantalla. Recordemos a De Palma o a Fleisher, aquí son mas de 2 horas de esa doble imagen . Extraordinario relato sobre la vejez, la enfermedad. Algunos la sitúan cerca del “Amour” de Haneke, el tema de partida es similar, el tratamiento, la forma, la dureza y un tanto de ternura van por otros vericuetos, otras propuestas . Un tercer personaje aparece al cabo de media hora. El hijo de ambos, quizás el propio Gaspar Noé, quizás. Hombre de cine, con una mujer enferma, un hiperactivo hijo de unos 5 años, tan ruidoso como encerrado en su mundo y su padre con adicciones pero al tiempo con buena voluntad, con diálogo, sensatez, quizás la que no tuvo o tiene consigo mismo. Busca lo mejor para sus padres. Es hijo único y debe cargar con todas las responsabilidades. Esa doble pantalla que se torna negra una de sus partes tras la muerte de uno de los ancianos.

Esas dos cámaras que filman lo mismo desde puntos de vista diferentes y no marean, no cansan. . Al revés enfatizan y dan enorme información sobre los personajes.

Un peliculón. Además lo siento bastante cercano. Mis padres nacieron y se fueron el mismo año.

Los actores enormes. Lo bordan.

Puede parecer algo cruel e incluso excesiva y no es ni lo uno ni lo otro. Es un film sobre el final de unas vidas, sobre el amor, la comprensión, las relaciones familiares, las decisiones y su guión es ejemplar. Una grata, muy grata sorpresa de un cineasta irregular, personal y que quizás ha sido algo ninguneado por su dureza y que aquí consigue emocionarnos con la verdad y la vida sin sentimentalismos gratuitos y sin excesos.

Cuatro paredes, tres personajes y un niño ausente pese a su ruido y una doble pantalla que decididamente es la gran protagonista junto a los actores de esta gran, gran película.