El cine tiene el poder de transportarnos a mundos desconocidos, de explorar las profundidades de la condición humana y de permitirnos ver a través de los ojos de sus personajes. En el caso de “Perfume de Mujer” (Profumo di donna), dirigida por Dino Risi y estrenada en 1974, tenemos el privilegio de asomarnos a la vida de un hombre inolvidable: el Capitán Fausto, interpretado magistralmente por Vittorio Gassman. En este artículo, recordaremos y honraremos a este gran actor en el aniversario de su nacimiento el 1 de septiembre de 1922, explorando su actuación emblemática en esta película que marcó un hito en su carrera.
“El sol no es lindo, linda es la lluvia, yo veo con los oídos”, así nos introduce Gassman en el mundo interior del Capitán Fausto, un hombre ciego que encuentra belleza en lo que la mayoría consideraría un simple fenómeno meteorológico. Esta cita es el preludio de una película que, desde su primera escena, nos sumerge en un viaje emocional y visual, a través de la oscuridad de la ceguera y hacia la luz de la redención.
La película se inicia con una entrevista, un encuentro que se convierte en un momento icónico de la cinematografía italiana. Fausto se encuentra por primera vez con su lazarillo, Ciccio (Alessandro Momo), y la cámara nos acerca de manera impactante a los ojos sin vida del capitán. Este acercamiento visual revela la intimidad de la ceguera, la profunda inactividad óptica de Fausto, y establece el tono sombrío de la película.
El único compañero de Fausto, aparte de su anciana cuidadora, es su felino mascota, a la que él se refiere cariñosamente como “castrado asesino felino”. Esta relación entre el ciego y su felino es compleja, marcada por momentos de amor y odio. Mientras la soledad se cierne sobre Fausto, su gato se convierte en su confidente silencioso. Esta relación, aunque peculiar, añade profundidad a un personaje ya de por sí intrigante.
Vittorio Gassman, en su interpretación magistral, basa gran parte de su actuación en los gestos y registros faciales. Si bien su desenvolvimiento físico es vigoroso y resuelto, es su rostro el que comunica la riqueza de emociones de Fausto. Sus expresiones perdidas, frías y angustiosas son un testimonio de su habilidad actoral. Fausto es un individuo singular, huraño, amargado y resoluto, características heredadas de su formación militar. Sin embargo, lo que hace que este personaje sea tan entrañable es la chispa de poesía que aún arde en su interior. El nombre “Fausto” ya nos da una pista de esta intención, y Gassman lo subraya con frases memorables como “Para ser maletero y poeta, se nace”. A pesar de su ceguera, Fausto encuentra belleza en la lluvia, en su ruido, en su música, y esta apreciación lo conecta de manera única con el mundo que lo rodea. Cuando cae su amada lluvia, Fausto no solo la siente, la vive y la celebra. Es lamentable no poder apreciar el rostro de Gassman en estos momentos, pero su actuación vocal y gestual trasciende las limitaciones visuales.
La ironía de que el ciego sea el que realmente “ve” es un tema recurrente en la película. Fausto guía a su lazarillo, Ciccio, quien, aunque no es ciego de vista, parece serlo en cuanto a su falta de perspicacia y sentido común. Esta dinámica establece un juego de roles interesante en el que el hombre aparentemente más vulnerable se convierte en el mentor y guía del joven lazarillo.
Pero no solo la actuación de Gassman brilla en “Perfume de Mujer”. La película cuenta con un elenco talentoso en el que destaca Agostina Belli. Su belleza y presencia cautivan a la audiencia desde el primer momento en que aparece en pantalla. Belli interpreta a Sara, una joven que queda embelesada por Fausto. Su mirada revela una vulnerabilidad que solo un hombre tan atormentado como Fausto puede comprender y apreciar. A medida que avanza la trama, se hace evidente que Sara es la clave de la redención de Fausto.
La película nos lleva a un viaje emocional a medida que Fausto y Ciccio emprenden un viaje a la ciudad de Turín. Durante este viaje, vemos cómo el capitán pasa de ser un hombre amargado y egocéntrico a un individuo más abierto y comprensivo. Su relación con Ciccio evoluciona, y el joven lazarillo aprende lecciones de vida invaluables de su mentor ciego. La amistad que se desarrolla entre ellos es conmovedora y genuina, lo que añade una capa adicional de belleza a la película.
“Perfume de Mujer” es una obra maestra que no solo destaca por su actuación sobresaliente, sino también por su habilidad para explorar temas profundos y universales. La película nos recuerda que la belleza puede encontrarse en lugares inesperados, que la redención es posible incluso en las circunstancias más desafiantes y que la amistad puede florecer en los momentos más oscuros.
En retrospectiva, la actuación de Vittorio Gassman como el Capitán Fausto en “Perfume de Mujer” es un testimonio de su genialidad como actor. Su capacidad para transmitir la complejidad emocional de su personaje sin depender de la visión es un logro notable. Fausto es un personaje que nos invita a reflexionar sobre la belleza, la redención y la importancia de las conexiones humanas.
La película, dirigida por Dino Risi, es un testimonio del poder del cine italiano en la década de 1970 y sigue siendo relevante y conmovedora hoy en día. Si bien muchos pueden recordar el remake de 1992 con Al Pacino en el papel principal, es importante reconocer y celebrar la versión original y la actuación inolvidable de Vittorio Gassman.
En el aniversario de su nacimiento, recordamos a Vittorio Gassman como uno de los grandes maestros del cine italiano y como el inmortal Capitán Fausto, un personaje que nos enseñó que incluso en la oscuridad más profunda, la belleza y la redención son posibles. Su legado perdurará en la memoria de los amantes del cine, recordándonos que, en palabras de Fausto, “el sol no es lindo, linda es la lluvia”. Hoy, celebramos a Vittorio Gassman y su contribución inolvidable al mundo del cine.