“El poder no tiene género, el poder siempre corrompe”. Todd Field
“Tar” (2022) de Todd Field
Cate Blanchett, Nina Hoss, Noémie Merlant, Sophie Kauer, Mark Strong, Sam Douglas.
“Todd Field” regresa, y a qué gran nivel, tras 16 años de paron y lo hace con una increíble e inteligente mirada al mundo post “Me Too” con la música clásica de máximo nivel de fondo : huele a premio y lo merece de sobras. Película que engrandece el espectro y la mirada sobre el abuso de poder de esas personas que están en la cúspide y hacen uso de su cargo , siendo aquí una famosa directora de la Filarmónica de Berlín , a la que llaman “maestro” y que da todo lo que lleva dentro y mucho más una excelente Cate Blanchett. Habla alemán, toca instrumentos y sobretodo es una actriz como un piano, como una orquesta, vaya, y de las grandes.
Tras unos largos títulos de crédito y un inicio tan intelectual como explicativo del personaje y que puede echar atrás a mas de un espectador pero que resulta fundamental para conocer a Lidia Tar, esa directora lesbiana, que vive en pareja con su violinista solista y tiene una hija de la que dice es su padre y tiene el poder absoluto dado su rango, Plácido Domingo anda por ahí, y lo usa de forma dictatorial a su antojo. Papel lleno de dificultades, de matices, que la Blanchett lleva con una interpretación superior a cotas que nos dan una apertura por encima de lo normal de algo que está y ha estado entre nosotros y lo sigue haciendo venga de quien venga.
Aquí el director de “En la habitación” o “In the children” da todo el protagonismo a una Cate Blanchett colosal que está en cada plano de las casi tres horas que dura este filme brillante, inteligente, hipnótico y preciso. De una perfección que asusta. Todo está medido hasta el mínimo detalle para diseccionar los abusos de poder.
La verdad que el guión es de matrícula y la forma en que de forma sutil, lenta y precisa vamos conociendo al personaje protagonista y a las personas de su entorno.
Estos son los primeros minutos de un poderoso estudio de personaje: uno antipático, egocéntrico, hambriento de poder, pero también excelente en su trabajo. Lydia le es infiel a su esposa, es déspota con quienes la rodean, y destruye sus carreras a la mínima provocación, pero tras un terrible acontecimiento, el gran pedestal en el cual ella misma se ha puesto se empieza a desmoronar.
Todd Field, quien por primera vez escribe un guion completamente original, no es ajeno a contar historias sobre personas complejas y desagradables, mostrando interesantes matices ante situaciones incómodas. Su estupenda “Little Children” lidiaba con temas como la infidelidad, los prejuicios de los suburbios, la represión sexual e incluso pedofilia de una forma tan cuidada que colocaba a la audiencia en dilemas morales tan fascinantes como perturbadores.
En “Tár” se nos muestra el retrato de una persona detestable a la cual admira con devoción: como los mejores contadores de historias, Field nunca juzga a su protagonista. Sí, su caída en desgracia es gratificante en muchos sentidos, pero esto se debe a que es una consecuencia de las acciones de Lydia, no a que el director la odie o haga un juicio moral sobre ella. Él deja que la historia se desarrolle frente a nuestros ojos y saquemos nuestras propias conclusiones sobre los efectos de dejarse cegar por la fama.
A mi me ha impresionado ciertamente y desde luego la interpretación de Cate Blanchett me parece memorable, que le den el Oscar o no ya depende de otros, aunque lo merece de sobras . Y no es lo único memorable de esta excelente película.