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Licorize Pizza

Golosina de regaliz en vez de palomitas”Licorize Pizza”(2021) de Paul Thomas Anderson Alana , Haim, Cooper Hoffman, Sean Penn, Tom Waits, Bradley Cooper y Benny Safdie. Esa sensación de estar algo así como en un sueño juvenil y feliz no nos abandona un solo segundo en todo el metraje, regado con temas de los primero 70 con David Bowie, Cher, Nina Simone, Chuck Berry, The Doors o Paul McCartney, entre otros, aunque también cuenta con una canción original compuesta por su colaborador habitual Jonny Greenwood. Que se estrenen “Drive my car” y “Licorice Pizza” la misma semana y que las veamos y disfrutemos, desmiente de forma clara que el cine este en crisis .En principio, Licorice Pizza fue una tienda de discos de vinilos en California que nació a finales de los 60 y que a su vez tomó su nombre del curioso apodo que recibía este formato de audio.

El ‘licorice’ hace referencia al dulce de regaliz, bastante popular en los EEUU y que suele tener tonos oscuros. Todos conocemos las formas de las pizzas, por lo que en sentido figurado, las ‘pizzas de regaliz’ son en realidad un apodo para los discos de vinilo.Un dulce de regaliz es esta sencilla película que me recuerda a “American graffiti” , a los films de Linklater, a los de Rohmer y sobretodo a los de John Cassavetes .Cine libre, sencillo y sin tapujos ni tendencias . Cruce de cine juvenil, cine independiente y comedia amorosa Alana Haim y Cooper Hoffman son todo un descubrimiento, un soplo de aire nuevo para los cinéfilos y aficionados. Ambos están soberbios . Se cuenta la historia de dos jóvenes enamorados en 1973 , en el Valle de San Fernando, cerca de Los Angeles . Él tiene 15 años y ella, 25. Él es un actor infantil que ve cómo los accidentes de la inminente madurez le colocan ante el mayor de los retos y a ir probando cosas .

Ella es básicamente una mujer aburrida y sorprendida por un chaval impertinente. Gary es Cooper Hoffman, hijo del fallecido y añorado Philip Seymour Hoffman que tanto tiempo ocupara la pantalla de buena parte de la filmografía del director y que se parece en todo a su progenitor . Alana es Alana Haim, de la banda de pop Haim a la que Anderson ha dirigido varios de sus vídeos. Los dos se antojan gloriosos en un amor intermitente y obstinadamente accidentado. Ella le rompe el corazón a él con otro joven que es además amigo y también actor. Él se cobra venganza con un flirteo perezoso. Ella obra en consecuencia y huye con una estrella de Hollywood envejecida (Sean Penn en la piel quizá de William Holden) primero y con un político prometedor (Benny Safdie) después.

De por medio, juntos ensayan un negocio de camas de agua cuyo principal y más ruidoso cliente es un productor de cine y peluquero (Bradley Cooper dando vida al Jon Peters real que fue novio de Barbra Streisand).y luego en un negocio de pin balls o máquinas del millón. Es una película plena de amor, descubrimiento y reconocimiento, de despedida de la infancia y del placer del reencuentro . Los dos no son especialmente guapos ni inteligentes pero tienen química, desprenden verdad , son simpáticos , extrovertidos y sobretodo se quieren .Lejos de la exquisitez y gravedad de “El hilo invisible” y a distancia del gesto torturado de la notable “The Master”, Anderson recupera la ingravidez de “Puro vicio” o la alegría libertina de “Boogie Nights” . A su vez también lleva la cámara a mano , dirige a unos excelentes actores jóvenes y se ayuda de unos veteranos que la bordan . Poco más se puede pedir .