“Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor”.
Matar a un ruiseñor . Harper Lee.
Films Veraniegos (34)
“Matar a un ruiseñor” (To kill a Mockinbird, 1962) de Robert Mulligan.
Gregory Peck, Mary Badham, Brock Peters, Phillip Alford, John Megna, Frank Overton, Rosemary Murphy, Robert Duvall.
Curioso comprobar que los dos cineastas con mas películas que transcurren en los meses de verano sean Eric Rohmer , por encima del resto claro, hablando de amores y relaciones en los meses de estio, cuando mas se mueven los resortes sentimentales y Robert Mulligan, mas en tono evocador y nostálgico en su caso :” “Verano en Lousiana”, “”El otro”, “Verano del 42 ” que también pondremos y esta absoluta obra maestra que hoy nos toca.
Sin duda el mejor trabajo de Robert Mulligan, entre los dos ó tres mejores de Gregory Peck y entre las grandes películas de la historia del cine. Estos son los poderes de Matar a un ruiseñor, film sobre el racismo más radical, el de los 60 en los Estados sureños estadounidenses, basado en una obra magistral de la escritora nacida en Alabama, Harper Lee, premiada con el Pulitzer de 1961 por este libro que se ha convertido, por derecho propio, en objeto de estudio y punto de referencia obligada en los Institutos norteamericanos.
!Como olvidar la primera vez que vi esta joya siendo niño, sentado en el sofá de casa con mis padres y mis hermanos. Y es curioso porque recuerdo que era un niño bastante travieso e hiperactivo y mi padre consiguió que estuviese sin moverme durante dos horas, mi padre y Atticus . Viví igual que los niños del relato todos aquellos momentos y leyendas urbanas que se contaban los unos a los otros con ese miedo a acercarse a la casa en la que supuestamente los Radley tenían a su hijo Boo escondido en el sótano como si de un monstruo se tratara, en conclusión como crío viví una experiencia inolvidable a través de los ojos de aquellos otros niños. Pero lo mejor de esta maravilla de película es que no se trata ni mucho menos de una película exclusiva para niños, con el tiempo cuando creces y te haces mayor te das cuenta de que el film de Mulligan es todavía mejor de lo que recordabas porque abres los ojos a una nueva película, humana, sincera, emotiva ubicada en tiempos difíciles en los que al igual que hoy, hay personas mejores que otras. Un brillante alegato contra el racismo y el maltrato físico como jamás he visto, Gregory Peck no sólo interpreta sino que genera por sí mismo un personaje tan creíble que parece a todas luces real. Sin efectismos, sin rarezas argumentales, con un tratamiento de la historia ejemplar visto a través de los ojos inocentes de niños que hacen preguntas a los adultos que no tienen una contestación lógica o racional. . Las cosas no son siempre lo que parece nos resume Robert Mulligan en esta obra maestra y Peck realiza el mejor papel de su vida. Atticus queda grabado con letras de oro como uno de esos nombres imborrables de la pantalla, que ya son como de la familia. Mención muy especial para la excelente banda sonora de Elmer Bernstein sin cuyos acordes el drama no hubiera sido lo mismo. Imaginaros un dia en el Palau de la Música Catalana escuchar esta banda sonora con la orquesta dirigida por el propio Bersntein, como olvidarlo!. Una película de obligada visión para cualquier amante del cine y de esas emociones que dan sentido a nuestras vidas.