Ernst Lubitsch, el Maestro de la Comedia
Hace 90 años, en 1933, el genio del cine Ernst Lubitsch nos brindó una de sus obras maestras, “Una mujer para dos” (“Design for Living”), una comedia que aún hoy se mantiene fresca y relevante. En esta película, Lubitsch nos transporta a París, donde tres personajes principales, interpretados por Miriam Hopkins, Fredric March y Gary Cooper, nos sumergen en una historia de amor y amistad poco convencional. Con humor, ironía y agudeza, Lubitsch logra sortear las restricciones de la mojigata censura de la época y nos presenta una trama audaz que se mantiene vigente en su crítica social.
Los Tres Mosqueteros Modernos: George, Tom y Gilda
La trama gira en torno a George (interpretado por Gary Cooper), un pintor talentoso, y Tom (Fredric March), un exitoso autor teatral, quienes comparten un piso en París. Su vida da un giro inesperado cuando conocen en un tren a Gilda, una compatriota estadounidense que trabaja como dibujante publicitaria. Ambos hombres se enamoran perdidamente de Gilda, y ella, en un giro inusual para la época, es incapaz de decidirse por uno de los dos. La solución que encuentran es un menage à trois, una propuesta atrevida y adelantada a su tiempo.
El Toque Inconfundible de Lubitsch
La película se destaca por su tono divertido, atrevido e irónico. Lubitsch teje la trama con maestría, manejando con inteligencia y humor las complejidades de las relaciones entre los tres protagonistas. La película, a pesar de las restricciones del Código Hays, mantiene una crítica social subyacente. Lubitsch presenta a Gilda como una figura feminista, que disfruta de lujos como el caviar y el champagne francés, desafiando los roles tradicionales de género.
La Comedia de las Puertas
Un elemento recurrente en la película es el uso de las puertas y los gags que surgen de ellas. Uno de los momentos memorables es cuando un sirviente pregunta si la señora los espera, a lo que George responde con una réplica ingeniosa: “No, la señora no nos espera, pero nos ama, sueña con nosotros y nos añora.” Este juego con las puertas y las respuestas ingeniosas añade un toque distintivo a la película y contribuye al encanto y el humor de la misma.
Actuaciones Destacadas
Miriam Hopkins ofrece una actuación brillante como Gilda, encarnando a una mujer independiente y segura de sí misma, que desafía las normas sociales de la época. Cooper y March, por su parte, brindan réplicas memorables y logran un equilibrio perfecto entre la rivalidad y la camaradería. Sus actuaciones aportan profundidad a sus personajes y hacen que el trío protagonista sea verdaderamente memorable.
Una Lección de Lubitsch: La Igualdad de Género
En una sociedad que aún estaba dominada por los dictados morales y los roles de género tradicionales, Lubitsch nos enseña con naturalidad que no hay nada de malo en incorporar a las mujeres en los mismos patrones de comportamiento que los hombres han soportado durante siglos. La película desafía la idea de que una mujer deba elegir entre dos hombres y presenta la posibilidad de que una mujer tome el control de su propia vida y decisiones.
El Legado de “Una mujer para dos”
A lo largo de los años, “Una mujer para dos” ha dejado una marca indeleble en la historia del cine. La película de Lubitsch ha sido un referente en la exploración de las dinámicas de las relaciones y el cuestionamiento de los roles de género en la sociedad. Su capacidad para abordar temas controvertidos con humor y sofisticación es un testimonio de la maestría de Ernst Lubitsch como cineasta.
Conclusión: Una Joya del Cine Clásico
“Una mujer para dos” de Ernst Lubitsch es un clásico atemporal que sigue siendo relevante en la actualidad. La película no solo nos hace reír con sus diálogos ingeniosos y situaciones hilarantes, sino que también desafía las convenciones sociales de su época y plantea cuestiones valiosas sobre la igualdad de género y la libertad de elección. A medida que celebramos el 90º aniversario de esta película, recordamos el talento y la visión de Ernst Lubitsch, quien, a través de su obra, nos sigue recordando que el cine es un medio poderoso para explorar la complejidad de la condición humana. “Una mujer para dos” es, sin lugar a dudas, una joya del cine clásico que merece ser vista y apreciada por las generaciones presentes y futuras.