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En busca del Arca perdida

Recomendación televisiva. La Sexta. 22:30
“En busca del Arca perdida” (Raiders of the lost ark, 1982) de Steven Spielberg.
Harrison Ford, Karen Allen, Paul Freeman
Icono del cine aventuras . Hoy, precisamente recién estrenada la última de la serie “Indiana Jones y el dial del destino”
El personaje de Indiana Jones tiene algo del personaje de Humphrey Bogart en ‘El Tesoro de Sierra Madre’, el personaje de Marion recuerda a esas viejas heroínas al estilo de Carole Lombard, el personaje que interpreta Ronald Lacey tiene su inspiración en Peter Lorre, y toda la película tiene un aire al estilo de las películas de Michael Curtiz. Su creador e impulsor fue George Lucas..
El film comienza con el mismo esquema que una película de la saga Bond, con una aventura a punto de acabar, y de la que el personaje central sale airoso aunque no sin grandes problemas que sortear. A partir de ahí, y con una más que concisa presentación de Indiana Jones dando clases en la Universidad,’, el film no ofrece respiro al espectador, metiéndolo en una especie de montaña rusa, con una set piece tras otra. Del Nepal al Cairo y de ahí a una isla en la que tiene lugar el clímax del film. Al más puro estilo Bond, se viaja por todo el mundo, sin que el ritmo decaiga ni un sólo instante.
A ello contribuye un guión absolutamente perfecto, de uno de los mejores guionistas que ha dado el Hollywood de los últimos 50 años: Lawrence Kasdan, y que curiosamente ya había participado en la escritura de ‘El Imperio Contraataca’, su primer guión para el cine. La labor de Kasdan es encomiable por cuanto condensa a la perfección, y con un envidiable sentido del equilibrio, los múltiples elementos de una historia en apariencia sencilla (aventuras, amor, humor…), pero que va más allá del simple relato aventurero. Por supuesto, Spielberg lo filma todo con una puesta en escena de las que hacen historia, y ayudado por la labor de Michael Kahn en el montaje, y de Douglas Slocombe en la fotografía consigue el milagro. Dotar de entidad propia un film que sobrepasaría todos los límites conocidos, conjugando una vez más, y como es habitual en su director, comercialidad y calidad en perfecta comunión. Amenizado, como no, con una de las bandas sonoras más reconocidas de todas cuantas se hayan hecho, y sobre la que no hace falta decir absolutamente nada, pues un nombre llega para decirlo todo: John Williams
Para mí la mejor de la serie, un placer grande esa primera vez en el Cine Novedades de Barcelona hace la friolera de 40 años.