“La redención es una apuesta a largo plazo”“El contador de cartas”(The Cards counter, 2021) de Paul Schrader. Oscar Isaac, Tiffany Haddish, Tye Sheridan, Willem Dafoe. Siguiendo la pista de un personaje que comparte los traumas de los protagonistas de ‘Taxi Driver’ o “El reverendo” y su condición de chivo expiatorio de las «guerras contra el terror», Schrader vuelve a la senda de un ascetismo bressoniano matizado por la bellísima secuencia en la que Oscar Isaac y Tiffany Haddish pasean de la mano por un parque de luces navideñas en la víspera de un clímax demoledor.Maestría de Schrader, al escoger una tragedia reciente de nuestro tiempo, como la guerra de Irak, para después llevarla a unos ambientes insólitos. Como guionista no podemos mas que aplaudirle, ya lo hacíamos en sus trabajos para Scorsese( aquí productor) en “Taxi Driver” , ” Toro salvaje” o “La última tentación de Cristo” , aquí consigue ese nivel y como realizador lo hace con sobresaliente. Homenaje cinéfilo para el Gordo de Minnesota de “El buscavidas” y “El rey del juego ” de Norman Jewison con elementos comunes .Las escenas más importantes las explica con el uso magistral del fuera de campo sin buscar lo fácil y la violencia si la utiliza para el pasado de ese torturador ahora contador de cartas .“El contador de cartas” habla de las decisiones que tomamos, de la redención, la culpa , la moral. Y habla de las situaciones que nos llevaron hasta allí. Al borde del precipicio. Un precipicio desconocido al que, aunque intuíamos desastroso, la ignorancia o nuestro torrente emocional mal gestionado nos hace saltar. O quizá un precipicio ya conocido, al que nos habíamos asomado antes, y al que finalmente decidimos saltar a sabiendas de que es el único camino que nos queda.La dirección, la fotografía, el perfecto guion y el magnífico trabajo de Oscar Isaac merecen con creces el visionado de esta excelente película, no apta para aquellos que no soporten los ritmos lentos, que gusten más de lo explicito que de lo sugerido, o que prefieran la acción a la reflexión. La cosecha de lo mejor del año ya tiene una candidata segura.
