Recomendación televisiva. “Dos en la carretera”- “Two for the Road” (1967) de Stanley Donen, Audrey Hepburn , Albert Finney.
Uno de mis films favoritos de siempre.
“No parecen muy felices”, observa ella. “¿Por qué deberían serlo? Acaban de casarse”, zanja él’.
Si hay una película que explica en tono tragicómico el devenir en diferentes épocas de la vida en pareja, no busquen más, está es su película y tiene plena actualidad pese a haber pasado ya 55 años .
Ese diálogo del inicio ya nos pone en camino de lo que vendrá.
Lo primero que sorprende es que el director sea un especialista del musical . Recordemos que Donen fue el autor de varios de los musicales estrella del cine norteamericano . Citemos los dos que dirigió junto a Gene Kelly : “Un día en Nueva York” y “Cantando bajo la lluvia” para evidenciarlo.
“Dos en la carretera ” cuenta en primer lugar con dos excepcionales intérpretes Albert Finney (Mark) y una deslumbrante Audrey Hepburn (Joanna). En diferentes flash back adelante y atrás , los vemos desde que se conocen hasta que su relación se deteriora con el paso del tiempo, la desgana, la rutina, el desgaste o las infidelidades.
El guión es la segunda baza del film , magnífico en todo momento lo escrito por Frederic Raphael , nominado al Oscar . Este gran guionista fue llamado 30 años más tarde por Kubrick para escribir la que fue su despedida, “Eyes Wide Shut”.
Le añadimos una banda sonora plena de romanticismo y melancolía de Henry Mancini.
Una fotografía espléndida, aún y los zooms habituales de los 60, de Christopher Chalis .
Un vestuario de fábula de Paco Rabanne y Mary Quand que la Hepburn luce de maravilla.
Una dirección y un.montaje casi coreografiado a ritmo de musical de un Donen en estado de gracia. Todo eso y mas hacen de esta joya uno de mis films favoritos de la historia del.cine.
Con todo y con eso no fue un gran éxito entonces, su tono realista, aspero aunque cómico incluso en los momentos desagradables, su ironía y su ausencia de un gran final feliz le restaron espectadores.
Como ejemplo , otro de sus diálogos demoledores:
-“¿Qué clase de personas son las que se pasan horas sin tener nada que decirse”?
– “Los matrimonios…”.
La he visto muchas veces y siempre me engancha, me divierte, me informa y me ofrece un muestrario de lo que la mayoría hemos vivido , vivimos y viviremos en algunos momentos de nuestras vidas.
