DEP William Friedkin:
El pasado año 2017, el mundo del cine perdió a uno de sus grandes iconos: William Friedkin, un director que formó parte de la legendaria generación de los 70, junto a nombres como Brian De Palma, Martin Scorsese y Michael Cimino, entre otros. Juntos, este grupo de talentosos cineastas rompió con el sistema de estudios establecido en Hollywood y marcó un antes y un después en la historia del séptimo arte.
William Friedkin nació el 29 de agosto de 1935 en Chicago, Illinois. Desde muy joven mostró un interés apasionado por el cine, lo que le llevó a estudiar en la Universidad de Loyola y luego a trabajar en la televisión. Fue en la pequeña pantalla donde comenzó a dirigir episodios de reconocidas series, demostrando ya su talento para contar historias de manera impactante y emotiva.
Sin embargo, fue en la década de los 70 cuando su carrera dio un giro trascendental. En 1971, Friedkin dirigió “The French Connection” (Contra el imperio de la droga), una película que no solo se convirtió en un éxito de taquilla, sino que también le valió el Oscar a Mejor Director. Este thriller policiaco, protagonizado por Gene Hackman, sigue siendo considerado una obra maestra y un referente del cine de acción.
Pero el mayor logro de William Friedkin llegaría un par de años después, en 1973, cuando dirigió “The Exorcist” (El Exorcista). Esta película de terror sobrenatural causó un gran revuelo en su estreno y se convirtió en un fenómeno cultural sin precedentes. Su impacto en la audiencia fue tan fuerte que muchas personas aseguraron haber sentido miedo genuino al verla. “The Exorcist” se mantuvo durante semanas en la cima de la taquilla y recibió diez nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Director.
A pesar del éxito comercial y crítico, Friedkin siempre fue un hombre humilde y reflexivo. En una ocasión, durante el Festival de Cine de Sitges en 2017, recordó una anécdota que marcó su vida. Durante el rodaje de un documental sobre el famoso torero Manuel Benítez ‘El Cordobés’ en España, en la década de los 60, el torero le dijo: “No temo a la muerte, solo la vida me da miedo”. Estas palabras resonaron en el corazón de Friedkin y las llevó consigo a lo largo de su trayectoria cinematográfica.
A lo largo de su carrera, William Friedkin dirigió una serie de películas notables, entre las que destacan “Sorcerer” (El salario del miedo, 1977), “Cruising” (A la caza, 1980) y “To Live and Die in L.A.” (Vivir y morir en Los Ángeles, 1985), entre otras. Siempre mostró una maestría para crear atmósferas intensas y personajes complejos, que dejaron una huella indeleble en la historia del cine.
Hoy, aunque ya no esté físicamente entre nosotros, su legado perdura en cada fotograma de sus películas y en la influencia que ha ejercido sobre nuevas generaciones de cineastas. William Friedkin fue un director audaz que se atrevió a desafiar convenciones y a explorar las profundidades de la psique humana a través de su arte. Su cine siempre será recordado como un espejo que refleja la naturaleza humana en sus luces y sombras más extremas.
En conclusión, William Friedkin fue un pilar fundamental en la historia del cine y su partida dejó un vacío difícil de llenar. Sin embargo, su legado continúa vivo y su obra seguirá inspirando a futuras generaciones de cineastas. Hoy, recordamos con cariño y admiración a este gran maestro del celuloide y le rendimos un sincero y sentido DEP.