“Adiós, señor Haffman” (Adieu Monsieur Haffmann, 2021) de Fred Cavayé.Daniel, Auteuil, Gilles Lellouche, Sara Giraudeau, Nikolai Kinski.En plena ocupación nazi de París en 1941, el joyero judío Joseph Haffmann (Daniel Auteuil) toma una decisión drástica antes de huir. Para salvar su joyería, se la ofrece a su empleado, François Mercier (Gilles Lellouche), con la intención de recuperarla al acabar la guerra. Pero sus planes no salen según lo previsto. El joyero no logra escapar de París y se ve obligado a trabajar para los nazis en la clandestinidad escondido en los sótanos de su propia casa a la sombra del que un día fue su subordinado que es ahora el que la ocupa. .La obra explora cómo una situación extrema -la guerra- saca lo mejor y lo peor de la gente. François Mercier, un hombre sencillo que solo quiere hacer su trabajo y tener familia, se encuentra convertido en propietario de una joyeria, su patrón está en sus manos y la tentación de sacarle partido es fuerte. Por otra parte, él y su mujer, Blanche, están sufriendo una crisis porque no consiguen tener hijos. Haffmann también podría ayudar en eso. Haffmann, asustado, descubre que el hombre que debería ser su salvador, puede ser su perdición.
El origen teatral de esta película es evidente, y lo mejor son los protagonistas. La mayor parte de la acción transcurre en interiores, principalmente en el taller. La atmósfera es opresiva, la tensión dramática está llevada por tres grandes actores que dan hondura a sus personajes con sus palabras, sus gestos y sus silencios. Sara Girardeau desborda humanidad y verdad, Daniel Auteuil, fantástico actor siempre, es de una admirable contención y expresividad y Giles Lellouche hace un impresionante despliegue de recursos al mostrar la evolución de un hombre y conseguir que, ni siquiera en sus peores momentos, pierda su humanidad.Globalmente es una obra muy interesante, excelentemente rodada con un uso del plano -contraplano como hace tiempo no veía, pero la trama sentimental es excesiva y suena a falso, a pesar del gran trabajo de los actores. Es un recurso dramático clásico, pero no acaba de convencer, sirve plenamente para engrandecer el personaje de Blanche Mercier. La reconstrucción de época es buena, excesiva para el escaso partido que le sacan. Es una película interesante y agradable de ver con un tema complejo en donde concuerdan la persecución de los judíos, el colaboracionismo de los invadidos y la necesidad y la obsesión de ser padres cueste lo que cueste pisando la propia dignidad y la de los demás. Interesante y recomendable .


