In memoriam a Tony Richardson. 4/11/1991.
“Nada mas llegar al reformatorio me hicieron corredor de fondo de campo a través. Supongo que los tíos pensaron que estaba hecho para ello porque era alto y delgado para mi edad (y todavía lo soy) y, de todos modos, no me importó demasiado, para decir la verdad, porque correr ha sido algo que en nuestra familia se ha hecho mucho, en especial correr para escapar de la policía. Siempre he sido buen corredor, rápido y de zancada larga además; el único problema es que por más rápido que corriera, y aunque sea yo mismo el que lo diga, hiciera un buen esfuerzo, no conseguí evitar que los polis me agarraran después del asunto aquel de la panadería.”
Colín Smith (Tom Courtenay)
“La Soledad del corredor de fondo” (The Loneliness of the Long Distance Runner,1962) de Tony Richardson.
Tom Courtenay, Michael Redgrave, James Bolam, Alec McCowen, James Fox.
Contar una historia a través de la reconstrucción de hechos que hace un personaje mientras entrena para una carrera o en la propia carrera es ya de por sí , una fantástica idea.
Richardson, a partir de esos elementos, plantea una historia de resistencias, rebeldías con causa y rechazo contra la escasez de oportunidades y esperanzas. El protagonista es uno de los excluidos por el conservador sistema establecido y se rebelará, en el intenso final, con un mero gesto algo obvio pero de potente simbología. La temática, por tanto, es la típica del Free cinema inglés, aquí centrándose en los reformatorios y en los problemáticos chicos de clase baja que no encontraban su sitio. Película que mira hacia los problemas reales que afectan a los menores, sus causas y sus secuelas. En los 60 y ahora, la educación de los menores es obligación de todos.
Un film extraordinario , exponente máximo de una corriente enfrascada en la realidad social de la clase trabajadora y sus realidades y problemas.
Aún hoy son vigentes esas películas y es más , deberían ser de visión obligatoria. De hecho tampoco han cambiado tanto las cosas después de 60 años.