You are currently viewing A Natasha Kinski

A Natasha Kinski

24/1/1961. A Natasha Kinski .
“Paris -Texas ” (1984) de Wim Wenders.
Harry Dean Staton. Natasha Kinski.
Del.guión de Sam Sheppard y Wim Wenders
Peep show. Interior .
J – Travis…
(Travis gira de nuevo su silla, esta vez para ponerse cara a cara con ella. Él la ve, pero ella sigue sin verle)
T – Si apagas la luz ahí dentro, ¿podrás verme?
J – No lo sé, nunca lo he probado.
(ella apaga, se ven ambos)
T – ¿Puedes verme?
J – Si.
T – ¿Me reconoces?
J – Oh, Travis.
T – He traído a Hunter conmigo. ¿Quieres verle?
J – Si… (ella está muy emocionada) Deseaba tanto verle que incluso no me atrevía a imaginármelo. Anne siguió mandándome fotos suyas, hasta que le pedí que no lo hiciera. No podía soportar el dolor de verle crecer y echarle de menos.
T – ¿Por qué no se quedó contigo, Jane?
J – No podía, Travis. No tenía lo que él necesitaba. No quería utilizarle para llenar mi vacío.
T – Te necesita, Jane. Y además, quiere verte.
J – ¿De verdad?
T – Si, te está esperando.
J – ¿Dónde?
T – En la ciudad, en un hotel. El Meridian. Habitación 1520. Mil quinientos veinte. (Travis va a colgar y marcharse)
J – No te irás, ¿verdad? (Jane golpea la ventana desesperada)
T – No puedo quedarme, Jane.
J – No te vayas. No te vayas… (Jane es la que se gira ahora, dando la espalda a Travis) Después de que te fuiste solía soltarte unos discursos muy largos. Solía hablarte a todas horas, aunque estuviera sola. Durante unos meses estuve hablándote. Ahora no sé qué decir. Era muy fácil cuando sólo te imaginaba, incluso imaginaba que me contestabas. Teníamos largas conversaciones. Los dos. Era casi como si estuvieras allí.
Podía oírte, verte, olerte. Podía oír tu voz.
A veces, tu voz me despertaba. Me despertaba en medio de la noche como si estuvieras en la habitación conmigo. Después, eso se desvaneció. Ya no pude imaginarte nunca más. Intenté hablar contigo en alto como solía hacerlo, pero no había nada.
No podía oírte.
Entonces, me di por vencida, todo se paró. Tú… desapareciste. Ahora trabajo aquí… Y oigo tu voz todo el tiempo. Todos los hombres tienen tu voz.
T – Le diré a Hunter que irás a verle.
J – Travis…
T – ¿Si?
J – Estaré allí.
T – Bien…
J – Hotel Meridian.
T – Si. Habitación 1520. (Travis cuelga )
J.- Ella rompe a llorar.
Uno de mis films preferidos de los 80 junto a “Rumble fish” (1983) de Coppola que comenté hace poco.