15/1/1926. In memoriam a Maria Shell
Frases de Cine (70)
“Por qué el mejor de entre nosotros guarda siempre un secreto o un silencio? ¿Por qué no decir en seguida lo que siente el corazón cuando se tiene la seguridad de poder ser escuchado?.” Natalia (Maria Shell)
“Noches blancas” (Notti bianche,1956) de Luchino Visconti.
Maria Shell, Marcello Mastroianni, Jean Marais.
“Noches blancas” es una inolvidable película sobre la novela de Dostoyevski, en donde Mario (Marcello Mastroianni) , un mediocre oficinista que vive en una modesta pensión, encuentra una noche solitaria a una joven llorando llamada Natalia, en cuyo rostro se refleja una profunda tristeza. Le da conversación para animarla y luego de lograr que ella entre en confianza con él, Natalia le cuenta como su vida – gris y aburrida en la casa donde vive con su abuela ciega – cambió con la llegada de un apuesto inquilino del cuál ella se enamoró. Pero un día el inquilino tuvo que marchar, prometiéndole que volvería para casarse con ella, y por eso cada noche acude al mismo sitio para esperar su regreso. Durante cuatro noches mágicas, Mario vive una intensa experiencia emocional con Natalia, esperando sustituir en su corazón al misterioso inquilino. Esta es la premisa pero al margen de esta maravillosa y sencilla historia, el universo que crea Visconti – respetando bastante al de Dostoievski – es realmente perfecto
La ciudad – que nos recuerda a Venecia o San Petersburgo – es como un laberinto al que se ven inmerso los personajes por medio de calles finas y canales venecianos. Natalia no encuentra el camino para volver a reencontrarse con su amor y Mario no encuentra el camino para llegar al corazón de ella. Mario en un momento le dice que no cree en cuentos de hadas, pero bien que su amor a primera vista y el querer rescatarla carga con la magia de un cuento de hadas. Natalia es una versión italiana de Penélope esperando a que vuelva su amor, sin querer engañarlo ni mucho menos enamorarse de otro hombre. Entre humos de cigarrillos, bruma, bares, prostitutas, frío y suburbios, Mario lucha por conseguir romper el caparazón inquebrantable que tiene el corazón de Natalia. En cambio Natalia no deja de hablar de aquel misterioso hombre que, con tan sólo mirarla, logró llevarse su amor prometiéndole el resto de sus vidas juntos.
Tiempos en donde la confianza y el ayudar al prójimo había sido remplazado por la tristeza y el dolor de una guerra que hacia pocos años había culminado. Un film que dota de una maravillosa magia y una lírica poesía que hace que cada escena sea memorable y única, destacando la gran fotografía de Giuseppe Rotugno . Una historia que se mueve entre lo real y lo onírico, una obra que se sitúa entre el neorrealismo de las primeras obras de Visconti y la depurada estilización de sus últimos films.
Vi este film por primera vez una matinal de domingo en pase para la prensa un día de invierno como hoy, en los Cines Lauren . Cuando salimos de la proyección nevaba en la Ciudad Condal , como en el film de Visconti.
Adoro esta película que junto a “Senso” conforman mis preferidas del maestro milanés. La interpretación de Marcello es portentosa, en un papel muy alejado de los suyos habituales y Maria Shell esta espléndida ,a su vez. Ese final en el puente cuando el Inquilino (Jean Marais) aparece y se abraza con Natalia con Mario al fondo, es de una intensidad y sensibilidad pocas veces vista !!Una joya!!